Ya sea dentro de un proceso integral de Orientación Laboral o en una sesión acotada o focalizada dónde solo se trabaje el Curriculum (revisión o elaboración), el trabajo del mismo nunca es una mera trasmisión de recomendaciones y tips sobre como ingresarlo a Word y darle formato.
Cuando una persona “pone las manos” sobre su CV inevitablemente está reflexionando sobre su trayectoria laboral educativa, su situación personal, familiar y económica actual, sobre sus experiencias laborales, sobre en qué le gustaría seguir trabajando, sobre sus intereses, posibilidades, potencialidades, aspectos a mejorar, etc.
Indudablemente esto es orientación laboral, y el acompañamiento de un/a orientador/a en este proceso se torna útil y necesario.
Haciendo o reformulando el CV nos encontramos con:
- La Edad que tenemos actualmente
- La Zona donde vivimos
- El Nivel Educativo que hemos alcanzado
- La Experiencia laboral que poseemos
Y además,
- Los espacios vacíos
- Los cambios
- Los Intereses y objetivos que se desprenden del mismo
“¡EL CV HABLA!”
- Muestra un “perfil”, y por lo tanto, se puede presuponer que nos gustaría seguir trabajando en esa área
- Deja claro si tenemos definidos nuestros objetivos
- Refleja si estamos haciendo una búsqueda de empleo ordenada o confusa
- Puede indicar que tan informado o ubicado estoy en el mercado de empleo en el que me muevo
- Deja “servidas en bandeja” preguntas para ser realizadas en la posible entrevista
- No menor, ¡permite evaluar rápidamente mi nivel de habilidades informáticas básicas!
Trabajar el CV es una herramienta clave de Autoconocimiento. En un solo encuentro, o dos, la persona puede llevarse un producto concreto a usarse como insumo para la búsqueda de empleo, y a la vez, obtener información y aumentar la conciencia sobre sí mismo, lo que le permitirá tomar decisiones más acertadas, coherentes y gratificantes.