¿Qué necesitamos para ser Formador/a? (lease Educador/a, Docente, Tallerista, Facilitador/a)
Intentando una respuesta rápida podríamos decir que:
– un perfil determinado,
– la formación adecuada, y
– una fuerte vocación de acompañar a otras personas en sus procesos de transformación.
Si quieres ser facilitador/a de experiencias educativas sería recomendado que comiences por preguntarte si cumples con estos requisitos.
Pero otro día hablaremos de ellos.
Hoy nos vamos a concentrar en dos competencias claves a desarrollar cuando soy formador/a, me refiero a la PLANIFICACIÓN y la EVALUACIÓN.
Empecemos por los elementos a tener en cuenta al momento de planificar:
- Definir objetivos, generales y específicos
- Conocer en profundidad a la población meta
- Tener en cuenta los tiempos, del proceso todo y de cada instancia formativa.
Podemos usar formularios o planillas para realizar la planificación didáctica. Muchas instituciones nos las proporcionan, sino, podemos diseñar las propias.
Lo importante es realizar la planificación previa en esa planilla y, al finalizar el taller, volver a la misma y registrar:
- Actividades, tiempos, contenidos que se trabajaron diferente a lo planificado y por qué
- Comentarios acerca de clima, proceso, momento y avance del desarrollo grupal
La planificación, y sus posteriores registros, pueden generar insumos para tres informes diferentes:
- Realizar, actualizar o adaptar la Curricula formativa
- La evaluación de lo realizado (tomar apuntes de las cosas que salieron bien y las que no tanto, como un recordatorio a ti mismo de los cambios a realizar en el próximo taller)
- Insumos para el informe final que, generalmente, hay que entregar al finalizar el proceso.
También me gustaría hablarte hoy de la EVALUACIÓN de aprendizajes.
Para evaluar se debe definir:
– El tipo de evaluación a usar, dependiendo de los objetivos y población: ¿Formativa?, ¿Sumativa?, ¿ambas?
– Las herramientas: porfolios, evaluación entre pares, autoevaluación, exposiciones, pruebas
– Tener claro el «Perfil de Egreso» esperado
– Contar con una Rúbrica de Evaluación.
– Tener claro cuáles son las Evidencias que vas a ir recolectando cómo insumo para evaluar: resultados de pruebas, porcentaje de asistencia, participación y productos de proyectos, fotos o videos que comprueben de que una actividad fue efectivamente realizada, etc.
– En que momentos vas a evaluar: inicial, media, final, procesual?
– Reflexionar, ¿para qué evalúo?
– ¿Qué vas a hacer con el resultado de la evaluación?, ¿Cómo se van a enterar los/as participantes de este resultado?, ¿cómo van a usar estos resultados, ellos/as mismos, como insumos de aprendizaje?
Por último, y lo más importante:
¿Los/as participantes saben cómo y cuándo van a ser evaluados?
¿Conocen, entienden y tienen en su poder el Perfil y la Rúbrica desde el comienzo del proceso?
¿Te aportó este artículo?, ojalá que si
Graciela
Recursos de Formación